El primer año de Sheinbaum y el séptimo de AMLO
Por: Eduardo Serrano
Se cumple un año de que Claudia Sheinbaum Pardo, asumió la Presidencia de la República. La primera mujer al frente de la más alta responsabilidad del Ambiente Político en nuestro país, llega con niveles de aprobación sumamente aceptables, que le han servido de blindaje frente a las críticas de sus opositores, ante los grandes problemas del país; en medio del escenario internacional y, hay que decirlo, frente al lastre que representan algunos “notables” miembros de su Movimiento, la mayoría de ellos, relacionados íntimamente con su antecesor. Por eso, hay que separar los aciertos y errores durante el primer año de Sheinbaum, de las consecuencias del pasado reciente, o si usted lo prefiere, del séptimo año del que ahora radica en la Chingada.
Rescatar el sistema de Salud no ha sido nada fácil; de hecho, sigue siendo uno de los grandes pendientes. El INSABI, y el IMSS-Bienestar, así como la brillante idea de la “megafarmacia” que vendió el tabasqueño, están más lejos que nunca de parecerse al sistema de salud de Dinamarca. A pesar de que el Gobierno Federal reporta un abasto de medicamentos superior al 90%, las quejas de los derechohabientes, un día sí y el otro también, indican lo contrario. En su mandato, López Obrador se la pasó postergando el plazo para cumplir con este rubro, hasta que se le acabó el sexenio y pues, evidentemente, no cumplió. Con la “papa caliente” en las manos, hay que reconocer que en el primer año de Sheinbaum, en esta materia, se ha dado un avance sustancial.
La estrategia de “abrazos no balazos” de AMLO, no contribuyó a la pacificación del país. En todo momento, el entonces presidente negó que en México las organizaciones criminales produjeran “fentanilo”. Con la presión de Donald Trump y la amenaza constante de la imposición de aranceles, si no se daba un golpe de timón en la estrategia de seguridad, Sheinbaum Pardo a través de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, no solo han acabado con diversos narcolaboratorios, sino que han hecho decomisos históricos de diversas sustancias y han detenido a una cantidad importante de líderes y operadores de esas organizaciones delincuenciales.
Los personajes de su Movimiento, presuntamente ligados a actividades ilícitas, se han convertido en un verdadero lastre para la presidenta. Tal es el caso de Adán Agusto López, líder de la bancada de MORENA en el Senado, cuya situación es cada vez más insostenible, debido a los nexos que lo conectan con el que fuera su secretario de Seguridad en el Gobierno de Tabasco. También están los hijos del expresidente, quienes junto a otros militantes cuatroteístas, han destacado no por su aportación al Movimiento, sino por sus excesos, muy alejados de la “austeridad republicana” y del estilo de vida en la “justa medianía” que tanto pregonan. En efecto, Claudia Sheinbaum ha mostrado avances importantes, pero aún tiene muchos pendientes y en la ponderación de los resultados de su primer año de gestión, la ciudadanía le otorga una calificación aprobatoria. Respecto a AMLO, en su séptimo año, simplemente, es complicado decir lo mismo.
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