FRASES CELEBRES Y OTRAS HIERBAS
Margarito Alvarado Martínez
TODO POR UN “CHINCHE” PESO
Continuación…
El pobre compadre se quedó paralizado y mudo, y, cuando reaccionó, apenas si pudo hablar.
-¡Chinche compadre, que susto me dio! ¿Pos aquihoras resucitó?
-¡Cállese compadre que nos van a oír aquellos caones! Hable quedito y déjeme explicarle todo.
Hablando en secreto le contó todo con lujo de detalles. Cuando terminó, el compadre no estaba muy convencido del todo; dio al compadre unas palmaditas en la espalda, suspiro y le dijo:
-De que me hicieran bandejo usted y mi comadre todo este tiempo y el que me hicieran trabajar por primera vez en mi vida, que para mí fue el más grande de los sacrificios y la humillación, les doy algo de razón; pero, para perdonarlos de todo a todo, incluyendo los méndigos sustotes, va a tener que seguir dándome mi peso y darme esa lana que le dejaron en pago a la tizna que me arrimaron cargándolo y escarbando.
-Compadre, este dinero se lo dejaron muerto y el muerto soy yo.
-No empiece de cicatero y de cuentachiles. –O me lo da o lo entierro de a deveras.
Seguían hablando en voz baja y de pronto el enterrador se calló y se quedó pensativo viendo la cara resucitado.
-¿Y ahora, que mosca panteonera le picó? Preguntó el ex difunto.
-¿Sabes qué? Vamos a quitarle la lana aquellos güeyes.
-¿¡Quée!?… Se me hace que güey es otro. ¿Cómo se le ocurre semejante pen… samiento? ¿El trabajar le hizo perder la chaveta o qué?
-Espéreme. La idea que se me acaba de ocurrir es brillantísima y me caí que si funciona.
Pare oreja. Mire, a usted lo vieron y lo creen muerto; a mí no me vieron ni vivo ni muerto. Allí donde escarbé saqué una cajita de madera de un angelito con todo y huesitos. Se va usted agazapado escondiéndose entre las tumbas y se les aparece de repente gritando con voz de muerto: ¡Vengan todos mis difuntos!
-Compadre ¿Cómo gritan los muertos?
-¡Feo de a madre! Supongo. Así como la comadre, digo… como la llorona. ¡No me esté interrumpiendo! Enseguida yo hago ruido de a madre sonando el cajón con los huesos y le contesto con gritos como salidos de ultratumba: ¡Aquí vamos todos juntos! -…¿Apuesta a que salen a madre?
El resucitado lo había escuchado con atención, lo meditó un poco y acepto diciendo: -Se me hace que si funciona su estratagema. Total, ladrón que roba al ladrón…