Las mafias de comisionistas que controlan la distribución de gas LP dejan sin opción a miles de clientes cautivos en el Valle de México, a quienes venden cilindros ordeñados y sin kilos completos.
Los usuarios buscan distintos recursos para evitar el fraude en la adquisición de combustible, pero los gaseros imponen su abuso.
Despachan los tanques con hasta 43 por ciento menos del producto, como documentó Grupo REFORMA en su edición de ayer, y lo hacen bajo el control de las zonas de reparto. Al no haber competencia ni vigilancia en la distribución en el último eslabón de la cadena, los despachadores tienen a su merced a los clientes.
Consumidores compartieron testimonios sobre cómo intentar eludir a los comisionistas, aunque éstos siempre ganan al tener el control por colonias.
Algunas medidas empleadas por los clientes son agitar los tanques después de recibir la carga, tomar videos o fotografías al momento en que se les despacha el combustible o exigir una credencial de elector a los despachadores.
Sin embargo, coinciden, los distribuidores tienen el control al repartirse por zonas el negocio del suministro de gas.
José Rodríguez, vecino de Ecatepec, demarcación colindante con San Juanico, admitió que ir directo a la gasera y evadir comisionistas no es sencillo. «Para evitar el despiste tienes que venir acompañado y en tu propio coche», explicó.
Otros usuarios dijeron que es más difícil cuando se trata de gas estacionario. «¿Cómo le haces para saber que tu válvula está calibrada y que no te están viendo la cara? La verdad no todos se dan cuenta», consideró Sonia Canales, vecina de Naucalpan, quien en los últimos 10 años carga combustible con el mismo despachador que ha pasado por distintas empresas gaseras.
Asención Ávila ha visitado por más de 30 años las plantas del servicio. La cercanía de la colonia La Presa, donde vive, con las zonas de gaseras de San Juan Ixhuatepec o San Juanico se lo permite.
Acompañada con alguno de sus hijos, la mujer acude a rellenar sus cilindros en alguna de las empresas de la Avenida San José, en vez de solicitarlas a camionetas que pasan por su casa.
La vuelta vale la pena, asevera, porque a cada tanque le pueden quitar incluso más de cinco litros los despachadores.
La única manera de saber si se les dio el servicio correcto, explica doña Asención, es pesando el tanque, pero presume que con la experiencia, al moverlo de un lado a otro, se puede tantear si fueron o no estafados.
«Se sacude el tanque, suena y se siente, ya le vas tomando la práctica», comenta la madre de familia.
La calculadora del celular no puede faltar al hacer la transacción, pues los consumidores saben cuánto pesa el tanque vacío y lo pasan por una báscula después para ver si les dieron los litros acordados.
Matías, un empleado de las gaseras que pidió no confundirlo con comisionistas, asevera que al llegar a una casa o a algún negocio algunas familias piden al gasero esperar a que comprueben que el servicio fue el solicitado.
Algunos, incluso, lo hacen con agua. Con el gas conectado, los usuarios abren los quemadores de una estufa y vacían agua en el cilindro, y después de 10 minutos aparece una marca al nivel solicitado por el cliente, explica.
Cuando se acude a los hogares, algunos ciudadanos graban al empleado, le sacan fotos, piden copias de la credencial de elector, a manera de comprometerlo y levantar una denuncia en dado caso de que haya una irregularidad con el servicio.
Es más complicado, explicaron trabajadores, medir los litros en los cilindros que con los tanques de gas estacionario, pues éstos tienen válvulas que lo marcan. Aunque se advirtió que también se pueden alterar.
Además de ello, un trabajador detalla que los litros no equivalen a un kilo en este servicio.
Precisa que, debido a que la densidad de este gas es de 0.54 -según la CRE-, se debe dividir cada litro entre esa cifra. Es decir, si se tiene un tanque de 20 kilos, se le debe surtir al cliente 37 litros.
«Así es como muchos se van con la finta, siempre deben ser más litros que kilos. Como no todos lo saben, les terminan dando gato por liebre y es muy fácil», advierte.
Mientras los usuarios luchan por que se les dé el clásico «litro de a litro», los comisionistas también se las han ingeniado para seguir manteniendo ganancias.
En grupos de redes sociales de algunos comisionistas, como los pertenecientes a los Portatileros, una de las mafias que opera en el ámbito gasero, acordaron pedir propinas a sus clientes explicándoles el problema.
Aunque usuarios que se quedaron sin el servicio algunos días accedieron, otros comentaron que esta práctica no ha sido del todo bien recibida.
«Sí, pero no todos los clientes son conscientes del gran esfuerzo que hacemos al subir pisos y pisos con el tanque de gas y todavía conectárselo, se les pide una propina», dice el señor González, de Iztapalapa.
«Hasta se molestan, dicen que por eso tenemos nuestro sueldo y que no es su obligación regalarnos una moneda por hacer el trabajo que ellos no pueden hacer».
El Presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció ayer que siempre ha existido la queja de que los llamados comisionistas de gas entregan menos producto en los cilindros, y que sería «mucha perversidad» que por el tope a los precios dieran la orden de no llenarlos por completo.
«Yo creo que siempre ha habido esa queja de que el gas no alcanzaba para muchos días, eso siempre se ha padecido desgraciadamente. Entonces no es un asunto nuevo, no es que como se puso un precio máximo ahora se están cobrando a la mala no llenando los cilindros. De todas maneras vamos a seguir inspeccionando y se tiene que resolver este asunto», ofreció el Mandatario.Hasta a jefe de Profeco le daban menos kilos Hasta el Procurador Federal del Consumidor, Ricardo Sheffield ha sido víctima del robo de gas LP, por lo que este año recomendó a quienes tienen tanque estacionario comprarse un medidor más preciso que, conectado al celular, permite controlar que las cargas del camión sean precisas.
«Porque la realidad es que los medidores que actualmente tienen los estacionarios están de risa loca, hasta con un imán los puedes alterar», comentó el pasado 4 de enero en una conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dijo que la Revista del Consumidor publicó un artículo con un listado de precios de medidores muy precisos.
Contó que él mismo puso un medidor de esos que, ya instalado, le costó 3 mil 200 pesos.
«Desde entonces yo estoy 100 por ciento seguro que no me roban lo que es nada de gas LP», dijo entonces.
«Porque es imposible que nosotros (Profeco) estemos entrando a las casas a estar viendo el tanque estacionario, que normalmente está en el techo de las casas habitaciones. Trabajo les cuesta cargar el gas en algunas casas, más para nosotros estarlo verificando».