El programa de becas “Héctor García Calderón” es un distintivo de la Universidad Juárez del Estado de Durango a través del cual, desde su creación en 1992 hasta el año 2020, se ha beneficiado a más de 25 000 estudiantes, sin embargo, se están generando estrategias que permitan mantenerlo y no sólo eso, sino incrementar el número de alumnos que la reciben.
Cabe destacar que el año pasado se tenía una plantilla de más de 700 estudiantes beneficiados, lo que implicaba una erogación de más de dos millones de pesos. Con base en ello en este momento, junto con el Centro de Negocios, se diseña una estrategia para poder generar recursos que permitan sostener el programa de becas, que se cubre con recursos propios.
El proyecto es sencillo, importante y autofinanciable, ya que través de actividades y proyectos elaborados por expertos de la Subsecretaría General Académica se logró obtener un financiamiento para la instalación de una planta de agua purificada. La idea es que se cubra la demanda del líquido en las unidades académicas de la Universidad, pero también se pondría a la venta del público en general.
Hay que añadir que en el proyecto se cuenta con el acompañamiento del Centro de Negocios de la UJED, entonces se prevé que pronto se podrá ofrecer este servicio a la comunidad universitaria y a la sociedad duranguense.
“Me parece importante pedir a los universitarios, así como a la población en general, que cuando saquemos nuestro producto a la luz tengan a bien apoyarnos, porque cada peso que se obtenga se irá para el fondo de becas Héctor García Calderón…”, expresó María Eugenia Pérez Herrera, directora de Servicios Educativos, dependiente de la Subsecretaría General Académica.
Sobre la importancia del otorgamiento de las becas García Calderón, Pérez Herrera explicó que se ha hecho un análisis de los perfiles de los becarios y se tiene que los beneficiarios son hijos de madres solteras, jóvenes que han sido criados por sus abuelos, que son de condición socioeconómica baja, y aquellos que tienen un buen desempeño académico.
Por tanto, dijo,“…nos parece muy significativo mantener el estímulo a este tipo de población, y podría afirmar que muchos de estos chicos son los primeros integrantes de esas familias que han tenido la oportunidad de pisar aulas universitarias…”.
Consideró que es imperante mantener este programa de becas, “… pues sabemos que no hemos respondido a las expectativas de los jóvenes, pero nuestra máxima autoridad universitaria siente el compromiso de seguir impulsando este tipo de estímulos entre los alumnos que tengan como mínimo un promedio de 9, mismos que para recibirla deben presentar una serie de documentos, entre ellos la acreditación de las calificaciones y
responder a una entrevista para conocer su situación socioeconómica, que se les hace en el portal de becas”.