FUENTE: sinembargo.mx
El Gobierno de Tlahuelilpan mencionó que durante las próximas horas habrá olor a combustible, por lo que sugirió a la población acudir al centro regional en caso de presentar mareos o náuseas.
Autoridades del municipio de Tlahuelilpan, Hidalgo, reportaron una fuga de combustible en una toma clandestina, por lo que alertaron a la población a mantenerse alejados del lugar.
Lo anterior fue confirmado por el Gobierno municipal a través de un comunicado en redes sociales, donde detallaron que la toma ubicada en la Colonia San Primitivo ya fue controlada por personal de Petróleos Mexicanos (PEMEX) y de Protección Civil.
Tlahuelilpan acaparó el 18 de enero de 2019 la atención de todo el país por una explosión en un oleoducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) que dejó 137 muertos, una tragedia sin precedentes cuya gestión sigue en entredicho.
El Gobierno de Tlahuelilpan exhortó a los pobladores a alejarse del lugar. Imagen: Captura de pantalla.
La explosión se produjo cuando centenares de vecinos aprovechaban una fuga en la toma clandestina para sustraer gasolina con diversos bidones y contenedores a su alcance.
Minutos después comenzaron a circular en redes sociales las imágenes del momento en que estalló el oleoducto. Las personas comenzaron a correr para intentar escapar de las llamas, pero no todos lo lograron.
Los vecinos, según algunos de los afectados por la explosión, se dirigieron al lugar de la fuga animados por la cantidad de combustible que emanaba, visible desde muchos puntos de la localidad, y no porque el hurto de gasolina fuera su modo de vida.
“Lamento mucho la grave situación que se padece en Tlahuelilpan por la explosión de un ducto. Estoy en Aguascalientes y, desde que el director de Pemex y el Secretario de Defensa me informaron, di instrucciones para que se controle el fuego y se atienda a las víctimas”, informó esa noche Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, quien declaró tiempo atrás el combate frontal contra esta práctica.
En 2018, según el Gobierno, los huachicoleros, como se conoce a los ladrones de combustible, hurtaron lo equivalente a 20 millones de barriles de petróleo anualmente, mientras que en 2019 ese número se redujo a poco más de 1.8 millones, según cifras oficiales.