El viernes 3, al mediodía, la Alcaldía de Tula advirtió de las lluvias y un inminente desbordamiento del río.
Según el Alcalde Manuel Hernández (PAN-PRD) había coordinación con la Conagua, Protección Civil Estatal, Seguridad Pública y urgía a una evacuación de la zona aledaña al Río Tula.
Las presas Requena y Endhó, según reportes de Conagua, superaban ya su capacidad desde ese mismo viernes.
El Gobernador Omar Fayad informó que fueron desfogadas hasta ayer en la madrugada en medio de la tormenta. Pero no hubo ni desalojo ni albergues para pobladores.
Aníbal Zúñiga, de 22 años, vecino del lugar, contó a REFORMA que a las 20:00 horas del lunes 6 la gente ya pedía auxilio.
«En las redes se decía que se desbordaba el río; creían que era una inundación como las de siempre», narró.
Aseguró que el hospital número 5 del IMSS, ubicado en el centro y a 100 metros del Río Tula, empezó a inundarse a las 01:00 horas del martes.
Se quedó sin energía, no contaba con planta de luz y los enfermos perdieron el oxígeno suplementario. Murieron 15 enfermos de Covid.
«Entramos con lanchas al IMSS, a la central de autobuses, a las casas. Ya todo estaba totalmente inundado. Empezamos a sacar a las personas atrapadas», contó Aníbal.
Todo, cuatro días después del urgente aviso.