MARIANO ALVARADO
Existe una devoción a una imagen conocida como la Virgen de Gamón, por estar ubicada en la sierra que lleva ese nombre en el municipio de Peñón Blanco.
El nombre de la sierra es, según se dice, el apellido de un capitán de Francisco de Ibarra, al que ahorcó por traidor.
Esto no está documentado históricamente, pero es una versión que corre por siglos.
La imagen es venerada por habitantes de Peñón Blanco por donde se encuentra la sierrita de municipios aledaños como Guadalupe Victoria, Rodeo, Cuencamé, San Juan del Río, Pánuco de Coronado y hay algunos visitantes que vienen cada año desde Chicago o de otras ciudades estadounidenses.
La virgen es un dibujo que semeja a la guadalupana y está a la mitad de un reliz de unos 20 metros.
Es la costumbre que nos bajen mediante riatas que llaman calabrotes y a la mitad del reliz adoran el dibujo, algunos le rezan un ave maría y luego disparan la carga de su pistola al viento.
Durante mucho tiempo la gente iba al lomo de bestias.
Ahora con el auge en las comunicaciones aún siguen visitantes de a caballo, pero la mayoría llegan en vehículos.
Eso sí, acampan durante una o dos noches y la fiesta grande es el 12 de mayo.
Circulan en torno a la fiesta algunas anécdotas que, aunque por ser festivas no parecen historia, pero aquí le van dos.
—Un feligrés aprovechaba el conglomerado para hacer negocio dedicando canciones en un equipo de sonido.
—Fue festivo cuando él sin duda con auténtica devoción dijo por micrófono:
—Vamos a dedicar esta canción con mucho gusto para la virgencita de Gamón:
—La mujer paseaba.
—Así te quiero mujer, no le hace que seas paseada…
—Los peregrinos sueltan a pasar en muchos casos a los animales y una de esas veces desde una loma alguien le gritó a los que pernoctaban en una explanada:
—Acá anda la burra de don Jesús Bañuelos.
—Y le contestaron: ¡Qué viva, que es la reina de los cielos!
Resultaron desairados los debates a los que convocó el IEPC.
Se entiende: primero, no son obligatorios y segundo, no le reditúan nada a los participantes, porque poco los escuchan y nadie los valora.
En la reunión con los empresarios sólo Jorge Salum del MC estaba dispuesto a debatir, pero no lo siguieron ni Margarita Valdez ni Gaby Hernández.
