Equilibrio legislativo
Por Eduardo Serrano
Ya se tiene claridad de cómo estará conformada la próxima legislatura local. El tsunami “claudista”, que impactó en todo el país, también arrasó con lo que encontró a su paso en el territorio estatal, sin embargo, los equipos de emergencia de la alianza PAN-PRI-PRD, lograron contener el fuerte oleaje en la capital duranguense, lo cual fue determinante para alcanzar un equilibrio en el Congreso del Estado. A diferencia de lo ocurrido en 2018 con el tsunami “lopezobradorista”, en el que el PAN y el PRI, rescataron de entre los escombros solo un distrito cada uno, en este 2024, la coalición Fuerza y Corazón por Durango ocupará 12 curules, y la alianza Sigamos Haciendo Historia, tendrá, igualmente, 12 legisladores, mientras que el Movimiento Ciudadano, contará con un representante, por primera vez en la historia del Ambiente Político del partido Naranja en nuestra entidad.
La coalición legislativa prianista, estará integrada por 7 diputados del PRI y 5 del PAN. Por el tricolor llegan Sughey Torres, Noel Fernández, Daniela Soto, Susy Torrecillas, Iván Soto Mendía, Rocío Rebollo y Ernesto Alanís. Por el blanquiazul Alejandro Mojica Narváez, Fernando Rocha, Gaby Vázquez Chacón, Verónica González y César Rivas. Ellos se enfrentarán en las discusiones parlamentarias con los cuatroteístas: Héctor Herrera, Sandra Amaya, Georgina Solorio García, Alberto Alejandro Mata Valadez, Octavio Ulises Adame De la Fuente, Nadia Monserrat Milán Ramírez, Flora Isela Leal Méndez, Osvaldo Santillán, Bernabé Aguilar, Cinthya Mont, Delia Enríquez y Otniel García Navarro. Con Martín Vivanco, el Movimiento Naranja puede jugar un papel interesante, convirtiéndose en el fiel de la balanza, pero mucho dependerá de la capacidad de los coordinadores parlamentarios para construir acuerdos, y de la del propio Vivanco para estar en las mesas de negociaciones.
Aunque carecerán de representación en los próximos 3 años en el Congreso del Estado, no se puede decir que el PT y el PRD serán los grandes ausentes en la siguiente legislatura, puesto que los triunfos que en los últimos años han obtenido ambos partidos, son producto de sus alianzas electorales, inclusive, en la mayoría de los casos, lo han logrado con “candidatos prestados”, con la finalidad de darle soporte a las siglas de unos disque “aliados” que poco le aportan a la causa. Esto en automático los sitúa en su justa dimensión para el 2025, pues en el caso de las fuerzas de la Cuarta Transformación, difícilmente cederán a presiones “atirantadas”, es decir, vayan o no en coalición, si o si, las y los candidatos a alcaldes, emergerán de las filas morenistas, y en lo que respecta a la alianza PAN-PRI, como que ya lo habían asimilado, por eso, únicamente le dieron al Sol Azteca una candidatura en este proceso con David Ramos, quien quedó muy lejos del objetivo.
El Congreso Local, que en su próxima legislatura se percibe muy equilibrado, será un interesante termómetro del Ambiente Político para el 2025. En primer lugar, habrá que ver como quedan las coordinaciones de los Grupos Parlamentarios, y en consecuencia, el rol en la presidencia de la Junta de Gobierno y Coordinación Política. Después de la contienda constitucional, viene el estira y afloja interno; si salen bien librados de ello, tanto liberales como conservadores, habrán dado un paso muy importante para lo subsecuente, dado que, de la siguiente legislatura, podrían emerger algunos de los perfiles que peleen en las entrañas de sus partidos para hacerse de la candidatutura, para luego, verse cara a cara en las boletas del 2025.
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MARIANO ALVARADOEn seguimiento de la columna anterior, le diremos que Vicente Guerrero es un municipio segregado de Súchil y...