El Palacio Municipal y el Arzobispado de Durango cuentan con un seguro con el que se iniciaría su restauración, tras los daños que sufrieron por pintas en aerosol durante la marcha feminista del pasado 8 de marzo.
Sin embargo, el cronista de la ciudad,Javier Guerrero, consideró que tal como lo hizo el Congreso del Estado la tarde del pasado miércoles, tanto el Ayuntamiento como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) deberían denunciar ante la Fiscalía por tales hechos, a fin de sentar un precedente que limite la posibilidad de que vuelvan a repetirse.
En el caso del Ayuntamiento, se estimó que los daños en las restauraciones en las plazas y edificios públicos fueron valuados en dos millones de pesos, que el Cronista resaltó que no deberían ser cubiertos con los impuestos de los ciudadanos.
